Soy abogada

mee(Para mis antiguos estudiantes de 7mo. curso del Albergue Infantil de Moca)

Como abogada, constantemente me veo sometida a los chistes (la mayoría de muy mal gusto) de personas que catalogan a los abogados como verdaderas arpías que sólo intentan engañar.

Parte de esa fama viene dada por la actitud de muchos colegas a los que sólo les importa ganar dinero, aún en perjuicio de su propio cliente. Esto es reforzado por la opinión de la parte contraria en un proceso, la que normalmente siempre ve de mala manera al abogado de su contrincante, porque éste es quien da la cara en los tribunales y mesas de negociación.

Sin embargo, se olvida que el abogado es un simple representante de los intereses de su cliente, que, -con ciertas excepciones,- no tiene ningún interés personal en el proceso. Lo único que busca es que el pleito culmine de la mejor manera posible, a favor de aquel que lo contrató.

Por eso, cuando usted se dirija donde su abogado, no lo vea como su enemigo. Al contrario, sea un libro abierto y vaya con la verdad. Esa es la única forma en que él podrá ayudarlo y culminar su caso exitosamente. Y cuando se trate del abogado contrario, no lo juzgue a él, porque simplemente está haciendo su trabajo de la mejor manera posible.

Yo por mi parte, a pesar de todos esos chistecitos que les digo, me siento plenamente feliz con la elección que hice al estudiar Derecho.

Sí, tenemos que cobrar porque de eso vivimos, pero más que eso, es muy satisfactorio saber que colaboramos para que a alguien se le respeten sus derechos y para que la sociedad en que vivimos sea cada vez más justa.

Y créanme, no hay nada mejor que hacer día a día lo que a uno le da felicidad.

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